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El Taladro fue contundente y venció por 2 a 1 a Victoria, en el marco de la cuarta fecha correspondiente al campeonato local. Marcelo Ponce abrió la cuenta para el Azulgrana, pero Leonardo Palavecino y Campos Soto le dieron los tres puntos a Generación Extrema, que es líder en soledad hasta que Tolhuin, Real Madrid y O’Higgins completen la jornada.
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En una tarde repleta de patadas, discusiones y tarjetas, Generación Extrema consiguió una victoria crucial que lo ubica en la cima de la tabla. Victoria, justamente, fue su rival. El equipo que dirige Ricardo Uribe no levanta cabeza y solo acumula cuatro puntos.
Con la misma base de los partidos anteriores, Alfredo Córdova dispuso de Jeremías Figueroa en el arco; Germán Leguiza, Franco Liendro, Cristian Ortíz y Sebastián Rolón en el fondo; Fernando Oyarzo, Julián Ortíz, Abel Postigo en el mediocampo; Campo Soto de enganche, y Leonardo Palavecino junto a Mauro Quiroga, los delanteros.
Victoria, a la cancha con Fabián Rosso; Lucas Sielas, Juan Úbeda, Jesús Bigurrarena y Fabián Gimenez; Miguel Vargas, Sebastián Verón y Marcelo Ponce; Eduardo Núñez de enlace; y Horacio Bigurrarena acompañando a Claudio Mikel en ataque.
Con los equipos acomodándose en el campo de juego, Victoria llegó a la apertura del marcador, sobre los cuatro minutos. Miguel Vargas ejecutó un córner, Marcelo Ponce apareció sin marca, acomodó la pelota y remató al arco. La pelota se desvió en un defensor, pero Jeremías Figueroa no pudo evitar la caída: uno a cero y triunfo parcial para los de Ricardo Uribe.
A pesar del golpe anímico recibido, Generación Extrema buscó el empate con mas ganas que fútbol. En un pelotazo largo, Fabián Rosso intentó cubrir la pelota con el cuerpo hasta la línea de fondo. Sin embargo, Mauro Quiroga lo presionó, le robó la pelota y metió un pase largo para la llegada de Palavecino, que aún pifiando la pelota, terminó marcando la igualdad a pesar del esfuerzo de Jesús Bigurrarena.
Con el empate decretado, el Taladro fue ganando terreno y anuló el mediocampo de Victoria, particularmente con el buen desempeño de Fernando Oyarzo y Julián Ortíz, entre otros. Arriba, la movilidad de Mauro Quiroga ampliaba las posibilidades de Generación para ponerse en ventaja. Victoria se las arreglaba como podía en el fondo y sufría cada contrataque al por mayor.
A los 27 minutos, siempre de la primera parte, Fabián Gimenez elevó la pierna sobre un rival, tanto como para que el árbitro Diego Candia pitara la pena máxima. El arquero Fabián Rosso se tiró sobre su izquierda y tapó el penal a Julián Ortíz, pero Campo Soto se adueñó del rebote y marcó el dos a uno a favor de Generación.
Victoria bajó los brazos prematuramente, se llenó de impotencia, y pagó caro. Sobre los 36′, Mikel bajó a Cristian Ortíz en una jugada tan intrascendente como agresiva y dejó a su equipo con diez jugadores.
En la segunda etapa, Darío Cruz ingresó en lugar de Abel Postigo, que pasó desapercibido y no rindió por el sector derecho. Victoria salió a poner contra las cuerdas a su rival. Sobre los tres minutos, Horacio Bigurrarena pateó un córner desde la izquierda que de casualidad no terminó dentro del arco. Figueroa despejó con los puños y Lucas Sielas tomó el rebote, pero no pudo definir. El técnico Azulgrana, Ricardo Uribe, mandó a la cancha a Diego Ábalos por Fabián Gimenez, para darle mas salida al equipo por el lateral izquierdo.
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Desde la pelota parada, Victoria seguía inquietando, en esta ocasión con Sebastián Verón que sacó un centro envenenado y Germán Leguiza, con mucho esfuerzo, evitó el gol olímpico. Poco a poco, el arquero Figueroa se fue haciendo figura, sobre todo después de contener un violento remate de Horacio Bigurrarena, tras recibir un pase largo desde el mediocampo.
Generación defendió el 2-1 con uñas y dientes y se paró de contra para dar el golpe final. A los 15 minutos, Palavecino entró al área por derecha, dejó en el camino a Úbeda pero finalizó la jugada con un tiro débil, a las manos de Rosso. El Azulgrana no encontraba el empate y abusaba de la pierna fuerte, producto, tal vez, de la impotencia propia de la derrota.
En la última chance, Bigurrarena explotó su velocidad, evitó la salida de Figueroa, y cuando se posicionaba para decretar la igualdad, apareció Cristian Ortíz para despejar la pelota al tiro de esquina. La expulsión de Darío Cruz obligó a Mauro Quiroga a desplazarse a la defensa, por lo que los últimos minutos se vivieron con mucha intensidad en el reducto de San Martín.
Finalmente, fue triunfo, sufrido, pero triunfo al fin para Generación Extrema, que mira a todos desde arriba en la cima de la tabla. El Taladro sacó a flote un partido durísimo, esos que se deben festejar porque son verdaderas batallas. Victoria acumuló otra pálida y le perdió pisada a los de arriba. Quedó a ocho del puntero y deberá calibrar la mirada porque solo tiene cuatro unidades, y su juego evidencia mas dudas que certezas.


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